Al pensar en emprender solemos pensar en todos los factores externos que pueden ser un obstáculo o facilitadores de nuestro negocio.
Casi nunca pensamos en los elementos de nuestra personalidad que nos puedan alejar de nuestras metas. La autoestima es uno de ellos, y en este post analizamos las formas en las que esta debilidad nos puede obstaculizar el camino al éxito empresarial.