La famosa frase de Albert Einstein “la energía ni se crea, ni se destruye, sólo se transforma”, nos hace pensar en las posibilidades que se nos presentan cuando sabemos cómo y hacia dónde direccionarla.
Cada mañana nos presenta una nueva oportunidad sobre cómo utilizar nuestra energía y en qué enfocarla. Somos nosotros mismos los que lo determinamos cuando decidimos invertirlo en pensamientos, sentimientos, creencias o actitudes. Y es importante porque esto va a determinar cómo nos relacionamos con nuestro medio, con los demás y con nosotros mismos. Depende de estas decisiones si estamos agregando o robando vitalidad de nuestra vida.
Para poder utilizarla mejor debemos saber diferenciar entre lo que nos a a robar o agregar energía a nuestra vida.
Algunos de
los ladrones son:
- Criticar o juzgar constantemente.
- Quejarnos con regularidad.
- Compararnos con los demás.
- Pelear con las personas o situaciones.
Es muy notorio cómo estas actitudes o acciones nos roban la vitalidad. Nuestro cuerpo se queda debilitado, y si ponemos atención lo podemos percibir. Resulta muy importante evitar lo antes mencionado, si deseamos tener una vida más plena y llena de energía.
Ahora, si lo que queremos es llenarnos de vida, a continuación mencionamos algunas fuentes de energía:
1. La
alimentación. Es importante nutrir
nuestro cuerpo, comer adecuada y balanceadamente en las cantidades y
proporciones propias para nuestra edad, estatura, peso y talla, etc.
2. El ejercicio. La actividad física es fundamental para mantener niveles de energía adecuados. Practicar algún deporte regular y moderadamente nos ayuda a estar activos, mejora nuestra concentración, además de agregar muchos beneficios más.
3. Dormir.
Ir a la cama a una hora adecuada y dormir las horas necesarias para reparar
nuestro cuerpo y nuestra mente significan la diferencia entre un día lleno de
energía o uno lleno de cansancio, desgano y falta de concentración.
4. Meditar. No es necesario que vivamos en el Tibet para realizar ejercicios de meditación. Tan solo desconectándonos de los problemas diarios unos minutos e intentando dejar nuestra mente en blanco mientras respiramos profunda y pausadamente puede ayudaros a recargar nuestra energía.
5. Respirar. Es increíble, pero la mayoría de personas no respiramos adecuadamente. Inhalar profundamente, retener el aire y dejarlo salir con tranquilidad puede ayudarnos a oxigenar mejor nuestro cerebro, y a darnos calma y energía.
6. ACTITUD. Muchos de nosotros tenemos la tendencia de culpar a nuestro entorno o a nuestras circunstancias de cómo nos sentimos en determinado momento, y todo esto nos roba energía. Darnos cuenta de que muchas veces nosotros mismos creamos nuestra realidad, que tan solo cambiando nuestra actitud con los que nos rodean podemos llenarnos de vitalidad y de ganas de hacer las cosas diferentes.
7. Buscar
oportunidades. Buscando activamente las oportunidades de divertirnos, de hacer
lo que nos gusta o donar nuestro tiempo libre para alguna causa que nos atraiga,
nos hará olvidarnos de nuestros problemas y concentrarnos más en las posibles
soluciones.
Es así que debemos ser inteligentes en el uso de nuestra energía y saber, como decía Einstein, en qué transformarla para que nos permita llegar cada vez más lejos y más cerca de nuestros sueños y metas. Recordemos que todas estas son decisiones, y que está en nuestras manos decidir en qué invertir nuestro tiempo.