VIVIR CON MIEDO

Fotografía por Tim Trad en Unsplash

El Miedo, como lo hemos repetido en Facebook Lives, conferencias y artículos en el Blog, es una emoción natural que nos permite evaluar situaciones en las que podríamos estar en peligro, para asegurar nuestra sobrevivencia.

El problema surge cuando en lugar de alertarnos de problemas reales, se vuelve en nuestra contra y nos lleva a crearnos situaciones imaginarias y a crearnos escenarios que nunca van a ocurrir. Esto lo único que hace es detenernos, retenernos y no permitirnos seguir adelante.

¿Cómo saber si el miedo nos gobierna?

  1. Cada vez que vas a emprender algo inmediatamente ves los problemas, las complicaciones, las dificultades.
  2. Te imaginas escenarios trágicos que al final nunca suceden.
  3. Prefieres no tomar riesgos y  no intentar cosas nuevas, te quedas en la comodidad.
  4. Sobredimensionas lo que podría salir mal.

¿Por qué?

¿Por qué nos sucede esto a algunas personas? Para algunos de nosotros puede ser algo aprendido de la niñez, o por alguna situación traumática que nos llevó a tener mucho miedo ante situaciones nuevas que no podemos controlar. Cada quien tendrá su propia razón. Pero lo cierto es esto: los que vivimos en este mundo del miedo —yo  me incluyo— dejamos de vivir las experiencias que la vida nos ofrece, por siempre imaginar los peligros en todo.

¿Qué podemos hacer?

Fotografía por Tachina Lee en Unsplash

Siempre debemos ir un paso a la vez. Nada cambia de la noche a la mañana, pero con constancia y perseverancia lo podemos lograr. Aquí dejo algunas recomendaciones:

1.     Reconocer que nadie tiene 100% asegurado el éxito.

El fracaso es parte de la vida, y nos ayuda a aprender de nuestros errores del pasado. Al dar el salto hacia iniciar algo nuevo debemos saber que podemos fallar, equivocarnos y caer —como cualquier ser humano—, pero también nos podemos levantar y seguir adelante.

2.     ¡Que vale la pena intentarlo!

Nadie quiere ver hacia atrás y lamentarse por no haberlo intentado al menos una vez en la vida. Es mejor reírnos por haber caído, que arrepentirnos por no haber saltado.

3.     ¡La vida es corta!

Este está relacionado con el anterior, pero los años pasan con mucha rapidez, y hay cosas que con la edad se van volviendo más difíciles de lograr. ¡Aprovechemos cuando tenemos salud y vida para lograr lo que nos proponemos! ¡Somos los años que nos quedan!

4.     ¡Aunque sea con miedo, hazlo!

Es normal que al principio nos sintamos inseguros/as y nos haga falta algo de práctica. Pero eso solo el tiempo y la experiencia nos lo darán. Como dicen «nadie nace sabiendo».

5.     No seas tan duro contigo mismo/a

A veces nosotros somos nuestros peores críticos. No confiamos en nosotros mismos  ni en nuestras habilidades y eso nos detiene. No nos hagamos de menos, valemos mucho y podemos contribuir mucho a los demás.

6.     Tienes mucho que dar.

Nunca sabrás si eso que quieres lograr puede cambiar la vida de alguien, servir de ejemplo o crear un gran cambio que nunca te imaginaste, pero que nunca lograrás descubrirlo hasta que lo intentes. Como decía Wayne Dyer: «no mueras con la música dentro de ti».

¡Así que atrévete a dar ese salto! ¡Deja salir esa parte de tí que hace que te brillen lo ojos para que todo tu alrededor pueda ver tu resplandor.

Responde en los comentarios: ¿Qué ha sido aquello que siempre has soñado y nunca te has atrevido a hacer por miedo?

Fotografía por Doran Erickson en Unsplash

Lo más importante de emprender no es la «idea» eres «tú» mismo

Al pensar en emprender solemos pensar en todos los factores externos que pueden ser un obstáculo o facilitadores de nuestro negocio.

Casi nunca pensamos en los elementos de nuestra personalidad que nos puedan alejar de nuestras metas. La autoestima es uno de ellos, y en este post analizamos las formas en las que esta debilidad nos puede obstaculizar el camino al éxito empresarial.

Ideas y creencias

Aunque no lo creamos, todos tenemos un sistema de creencias. Estas creencias han sido fijadas en nuestra mente por medio de ideas prefijadas de forma consciente o inconsciente.

Simón (2016) menciona que las creencias se forman “durante nuestro desarrollo y proceden de muchas fuentes distintas: educación, cultura, figuras parentales, amistades, acontecimientos traumáticos, experiencias repetitivas…”

¿Por qué es importante conocer esto?

Su importancia radica en el reconocimiento de que observamos, evaluamos e interpretamos al mundo de acuerdo a nuestro sistema de creencias (Warmerdam, 2014).

Albert Ellis, en su teoría A-B-C de la personalidad, habla acerca del rol que poseen nuestras creencias a la hora de reaccionar ante una situación. Las palabras del gran filósofo estoico Epícteto resumen, según Ellis, la base fundamental de su teoría: “las personas no se alteran por los hechos, sino por lo que piensan acerca de los hechos”.

Es decir, no son las situaciones las que nos afecta, sino la interpretación que le damos a los hechos, lo que nos lastima. Dos personas pueden vivir la misma experiencia, pero la forma en la que le den sentido al mismo hecho será muy distinta, basados en sus creencias.

Cuando nuestras creencias nos traen dificultades en las relaciones sociales, o nos limitan el crecimiento personal, es allí cuando surge el problema.

Creencias limitantes y potenciadoras

Las creencias limitantes  son las que nos impiden conseguir los resultados que necesitamos en nuestra vida.

Las tres principales creencias limitantes son:

  1. Desesperanza: creer que el objetivo que deseo lograr no está a mi alcance.
  2. Impotencia: creer que no soy capaz de alcanzar mi objetivo.
  3. No merecerlo: creer que no merezco alcanzar mi objetivo.

Las creencias potenciadoras son las que nos permiten conseguir los resultados que queremos y merecemos en la vida. Debemos enfocarnos en ellas, pues son las que nos permitirán avanzar en nuestras metas, haciéndonos sentir felices y plenos.

Algunos ejemplos de creencias potenciadoras son:

  1. No hay fracaso, tan solo aprendizaje.
  2. Tenemos todos los recursos que necesitamos, y si no los tenemos, podemos crearlos.
  3. Todo comportamiento tiene un propósito.

Al comprender que todos contamos con ambos tipos de creencias (limitantes y potencidoras), nos damos cuenta que es algo con lo que todos lidiamos. Incluso las personas más exitosas luchan contra sus creencias limitantes, para no permitir que estas les impidan alcanzar sus objetivos.

Es por esto que debemos poner a prueba nuestro sistema de creencias, y averiguar si nos están potenciando o limitando. Al evaluar la forma en la que interpretamos las situaciones de nuestra vida, podemos decidir conscientemente evitar las creencias limitantes y hacer uso de las creencias potenciadoras.

 Pronto nos podremos dar cuenta de que nuestro entorno ha cambiado, pero no ha sido más que el reflejo de nuestro cambio interno, que se refleja en nuestro exterior y nos hace ver la vida con otros colores.

No debemos permitir que nuestra alegría se vea opacada por nuestras creencias, sino que debemos siempre ir en búsqueda de nuestra felicidad, y de alcanzar todo nuestro potencial sin barrera. La vida es una búsqueda constante de nuestra mejor versión.

Bibliografía:

Simón, C. (2016). Identifica y cambia tus creencias limitantes. Mindful Science. Recuperado de: https://www.mindfulscience.es/wp-content/uploads/2016/12/ebook-identifica-y-cambia-tus-creencias-limitantes.pdf

 Warmerdam, S. (2014). Comprendiendo las creencias. Mindworks. La práctica de la atención plena. Una guía para cambiar pensamientos, creencias y reacciones emocionales (pp. 33-50). California: Cairn Publishing.  

Bou, J. (2013). Conceptos importantes en el coaching educativo. Coaching educativo (pp. 117-122). Colombia: Ediciones de la u.

Fotografía por Rebe Pascual en Unsplash

¿Qué es el eneagrama?

Fotografía por  Joshua Earle en Unsplash

Historia:

El eneagrama es un sistema de clasificación de la personalidad. Existen diversas teorías acerca de su origen, pero se puede decir con certeza que deriva de antiguas enseñanzas de diferentes culturas provenientes de sabiduría y filosofías orientales que han logrado continuar vigentes hasta el día de hoy. A pesar de su antigüedad sigue siendo válido hasta el día de hoy, y es utilizado por psicólogos, psiquiatras,  y coaches  a nivel empresarial, con muchísimo éxito.

La razón por la que continúa utilizándose es porque es una herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal que nos permite un cambio y transformación  en la manera de pensar, sentir y actuar para plantarnos en  la vida. Este conocimiento nos muestra cuáles son nuestros miedos,  vicios, virtudes, y hasta nuestras heridas. Es una explicación clara del orden natural de la psiquis humana que nos permite ayudarnos a buscar la armonía en nuestras vidas.

Se fundamenta en la creencia de que la personalidad de cada uno de nosotros está conformada por nueve atributos, nueve capacidades en nuestro comportamiento humano y lo importante es que esto se encuentren en armonía.

El objetivo del  eneagrama es el de enseñarnos  cuáles son esos nueve atributos y mostrarnos que uno de ellos es un atributo dominante que nos acompaña toda la vida y al que llamamos nuestra  “esencia”. Es decir, es la actitud básica con la que nos plantamos en la vida, es la huella digital de nuestra ENERGíA psíquica.  Esa esencia es la clave con la que nos presentamos en la vida, con la que tomamos decisiones, con la que manejamos nuestra libertad, y con la que nos vinculamos con los otros. Es muy importante conocerla para saber trabajarla y ponerla en armonía personal con los ocho atributos restantes (con los cuales contamos, pero en menor medida). Si logramos ese equilibrio podremos comprender qué es lo que nos aleja de la felicidad y qué es lo que nos impide realizarnos.

Los 9 atributos:

  1. El organizador
  2. El servidor
  3. El realizador
  4. El creador
  5. El observador
  6. El colaborador
  7. El animador
  8. El luchador
  9. El pacificador

Cada uno de estos 9 eneatipos tiene sus características propias, con sus respectivas fortalezas y debilidades. Este conocimiento se puede convertir en una oportunidad para adentrarnos en nuestra mente y tomar las riendas de nuestro camino, dándonos cuenta de por qué a veces actuamos de la forma en la que le hacemos.

De esta forma, conocer nuestro eneatipo predominante nos puede acercar a conocer nuestra verdad y partir, a partir de ella, a construir una nueva.

En conclusión:

El mensaje que el eneagrama nos quiere enviar es “trabaja en ti y hazte cargo de tu vida”. No debemos ignorar ese mensaje, ni perder la oportunidad de  trabajar en nosotros mismos y buscar nuestra mejora personal. Es un camino de autoconocimiento para alcanzar nuestra autorrealización y llegar a ser nuestra mejor versión.

En los próximos posts ahondaremos más acerca de las características de cada uno de los eneatipos para poder descubrir cuál encaja mejor con nuestras características personales. Esta información será la base para empezar a trabajar en nosotros mismos bajo otra lupa, con un conocimiento más claro de nuestras fortalezas y debilidades.