Historia:
El eneagrama es un sistema de clasificación de la personalidad. Existen diversas teorías acerca de su origen, pero se puede decir con certeza que deriva de antiguas enseñanzas de diferentes culturas provenientes de sabiduría y filosofías orientales que han logrado continuar vigentes hasta el día de hoy. A pesar de su antigüedad sigue siendo válido hasta el día de hoy, y es utilizado por psicólogos, psiquiatras, y coaches a nivel empresarial, con muchísimo éxito.
La razón por la que continúa utilizándose es porque es una herramienta de autoconocimiento y desarrollo personal que nos permite un cambio y transformación en la manera de pensar, sentir y actuar para plantarnos en la vida. Este conocimiento nos muestra cuáles son nuestros miedos, vicios, virtudes, y hasta nuestras heridas. Es una explicación clara del orden natural de la psiquis humana que nos permite ayudarnos a buscar la armonía en nuestras vidas.
Se fundamenta en la creencia de que la personalidad de cada uno de nosotros está conformada por nueve atributos, nueve capacidades en nuestro comportamiento humano y lo importante es que esto se encuentren en armonía.
El objetivo del eneagrama es el de enseñarnos cuáles son esos nueve atributos y mostrarnos que uno de ellos es un atributo dominante que nos acompaña toda la vida y al que llamamos nuestra “esencia”. Es decir, es la actitud básica con la que nos plantamos en la vida, es la huella digital de nuestra ENERGíA psíquica. Esa esencia es la clave con la que nos presentamos en la vida, con la que tomamos decisiones, con la que manejamos nuestra libertad, y con la que nos vinculamos con los otros. Es muy importante conocerla para saber trabajarla y ponerla en armonía personal con los ocho atributos restantes (con los cuales contamos, pero en menor medida). Si logramos ese equilibrio podremos comprender qué es lo que nos aleja de la felicidad y qué es lo que nos impide realizarnos.
Los 9 atributos:
- El organizador
- El servidor
- El realizador
- El creador
- El observador
- El colaborador
- El animador
- El luchador
- El pacificador
Cada uno de estos 9 eneatipos tiene sus características propias, con sus respectivas fortalezas y debilidades. Este conocimiento se puede convertir en una oportunidad para adentrarnos en nuestra mente y tomar las riendas de nuestro camino, dándonos cuenta de por qué a veces actuamos de la forma en la que le hacemos.
De esta forma, conocer nuestro eneatipo predominante nos puede acercar a conocer nuestra verdad y partir, a partir de ella, a construir una nueva.
En conclusión:
El mensaje que el eneagrama nos quiere enviar es “trabaja en ti y hazte cargo de tu vida”. No debemos ignorar ese mensaje, ni perder la oportunidad de trabajar en nosotros mismos y buscar nuestra mejora personal. Es un camino de autoconocimiento para alcanzar nuestra autorrealización y llegar a ser nuestra mejor versión.
En los próximos posts ahondaremos más acerca de las características de cada uno de los eneatipos para poder descubrir cuál encaja mejor con nuestras características personales. Esta información será la base para empezar a trabajar en nosotros mismos bajo otra lupa, con un conocimiento más claro de nuestras fortalezas y debilidades.
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