Cualquier trabajo puede ser repetitivo, aburrido y desgastante. Pero tú puedes convertirlo en una experiencia desafiante, divertida y diferente. ES CUESTIÓN DE ACTITUD.
Hablar de trabajo es hablar de construir nuestros sueños, de desarrollar nuestras habilidades y destrezas a través del desempeño y ser productivos.
Hablar de AMOR con mayúsculas es hablar del único poder para disfrutar de una vida plena. Pero hablar de AMOR por el TRABAJO implica conocer el significado profundo de estas dos hermosas palabras.
¿Qué es el amor?
Amor es querer el bien.
¿Qué es el bien?
Es el desarrollo pleno
Entonces, amor es querer el desarrollo pleno de aquello que se ama. En este caso el trabajo.
¿Qué es trabajo?
Sin entrar a definiciones académicas, trabajo no es más que la extensión de lo que tú eres como persona:
Tu mente: El desarrollo de tu inteligencia.
Tu cuerpo: El cuidado de tu cuerpo por medio del descanso, una sana alimentación y ejercicio.
Tu corazón: En el sentido estricto de amar y gestionar tus emociones.
Tu espíritu: Entendiendo espíritu como la conexión con la vida. Entrega, gentileza, amabilidad, coraje, fuerza y conexión con los demás.
El amor al trabajo entonces es el desarrollo pleno de tus habilidades y destrezas en un oficio o profesión determinado. Cuando amas lo que haces muestras un sentimiento de satisfacción personal que surge naturalmente por tu contribución a los demás por medio de tus talentos y habilidades bien desarrolladas.
Existen personas que ven su trabajo como:
Una carrera, o una simple ambición personal. Buscan escalar posiciones y ganar mucho dinero.
Otros lo ven solo como un sueldo. Como mera sobrevivencia. Reciben su sueldo, lo gastan, esperan su próximo sueldo, lo gastan, solamente para cubrir sus necesidades, etc.
Y existen las personas que AMAN su trabajo, que ven su trabajo como una vocación, es decir, viven al servicio a los demás. Están convencidos que con su desempeño contribuyen a que los demás vivan mejor.
¡Estamos llamados a desarrollar el amor por el trabajo bien hecho! Y eso se logra con dos creencias fundamentales:
- Que creas que el trabajo depende de ti.
- Que creas que tu trabajo sirve para algo.
La primera nos muestra un verdadero compromiso de responsabilidad, pasar del compromiso a la responsabilidad personal. ¡El placer por el trabajo BIEN HECHO!
La segunda creencia (creer que tu trabajo sirve para algo) le da sentido y significado a lo que hacemos, lo que se manifiesta en servir a los demás.
¡Haz tu trabajo con amor y un poco más y ese poco más lleno de amor te dará, lo que no te da tu trabajo! Eso es amor por el trabajo.