Resistencia al cambio

Fotografía por Chris Lawton en Unsplash

Como dice el dicho: “lo único que permanece constante es el cambio”. Es así que, en la vida, lo único seguro es que el cambio llegará a nuestras vidas. Cuando somos niños se nos hace más fácil aceptarlo como algo natural. Nos adaptamos con facilidad. Pero mientras más envejecemos, más nos resistimos y se nos dificulta admitirlo como parte de nuestras vidas.

Hace poco vi a una amiga estresarse porque habían actualizado la interfaz del correo electrónico que utilizaba. Pude observar cómo su lenguaje físico delataba su ansiedad, y la dificultad que le ocasionaba el tener que acostumbrarse a algo nuevo y diferente.

Esto mismo, por nuestra naturaleza humana, puede ocurrirnos a todo nivel. Desde algo tan pequeño como una actualización de software, hasta un cambio tan grande como un nuevo jefe. Solemos hacerlo “por el temor a lo desconocido, por desconfianza hacia los líderes o por sentimientos de seguridad amenazada” (Espinosa, 2006).

Uno de los temas que piden que abordemos en las capacitaciones es el de las transiciones hacia el cambio con los colaboradores. Nuestros clientes saben que una mala transición puede llevar a descontento general y a pérdidas monetarias a causa del mismo. Es por eso que en este post colocamos algunos puntos importantes a tomar en cuenta si en su organización se están viviendo este tipo de situaciones.

Espinosa (2006) propone tres tácticas que pueden ser utilizadas para prevenir los efectos negativos de la resistencia al cambio:

  1. Educación y comunicación: Sensibilizar a través de la capacitación, para explicar en qué consistirán los cambios y por qué son necesarios; además de agregar los beneficios que se obtendrán con ello. Es importante hacerlos sentir partícipes e incluidos en el proceso de la transformación.
  2. Participación: Hacer que los colaboradores se conviertan en parte de este proceso, ya que, mientras más se involucren, más fácilmente aceptarán la nueva situación.
  3. Facilitación y apoyo: La ansiedad y el temor disminuirán en la medida que los colaboradores se sientan informados de los procesos y de los pasos que se vayan tomando en el camino de la transformación.

Lo que es valioso destacar a la hora de utilizar las 3 tácticas mencionadas, es la importancia de que exista la figura del “gestor de cambio”. Este es un líder que va a guiar a los colaboradores hacia una transición y apropiación del cambio dentro de la empresa. Este gestor puede ser interno o externo, pero se debe elegir con precaución, pues debe ser una figura respetada y que apoye al 100% las modificaciones que se llevarán a cabo.

Debemos recordar que la transformación (o cambio) es algo inevitable en nuestras vidas, pero en ocasiones nuestros miedos y ansiedades pueden llevarnos a resistir lo ineludible, por lo que en ocasiones necesitamos otro tipo de apoyo externo para lidiar con estas situaciones, ya sea en nuestra vida personal o profesional.

Referencia:

Espinosa, A. Q. (2006). El cambio organizacional : la importancia del factor humano para lograr el éxito del proceso de cambio, 50–63.

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